≡ Menu

Entendiendo correctamente el libertarismo (la entrevista) | Getting Libertarianism Right (The Interview)

Oscar Grau has translated into Spanish Hoppe’s 2019 interview with Mikhail Svetov.

For more Spanish translations, click here.

Entendiendo correctamente el libertarismo (la entrevista)

Esta es una entrevista de 2019 de Mikhail Svetov a Hans-Hermann Hoppe en Rusia. La transcripción ha sido ligeramente editada y adaptada por motivos de redacción y lectura.

Mikhail Svetov (MS): Gracias Hans por venir a mi programa.

Hans-Hermann Hoppe (HHH): Tal vez primero deba decir algunas palabras sobre mí y cómo me convertí en libertario. De joven era izquierdista, crecí y a finales de los 60, cuando empezaba mis estudios en 1968, corrían esos tiempos candentes de la rebelión estudiantil en Europa. Mi profesor principal en filosofía en esos tiempos, que fue mi primer campo, era Jürgen Habermas, quien es a nivel mundial probablemente el filósofo de izquierda más prominente.

Me di cuenta rápidamente de los vacíos en la doctrina izquierdista y estaba en la búsqueda de alternativas. Mirando los periódicos, primero descubrí a Milton Friedman. Enseguida encontré ciertas inconsistencias en su trabajo. Luego, a través de Milton Friedman, encontré a Friedrich Hayek, quien era muy conocido especialmente en Alemania, porque era austriaco y ganó el premio Nobel en 1974.

Nuevamente, al rato, descubrí muchos errores en Hayek. Seguidamente, por las notas de pie de página que encontré en Hayek, descubrí a Ludwig von Mises, quien fue uno de los maestros de Hayek. Y me pareció que Mises era un pensador muy superior a Hayek. Y por Ludwig von Mises descubrí en muy poco tiempo a su más famoso estudiante estadounidense, Murray Rothbard.

Viajé de Alemania a Estados Unidos para trabajar con Rothbard y pasé los 10 últimos años de la vida de Rothbard en cercana cooperación con él. Murray Rothbard es el fundador del movimiento libertario moderno, no habría ningún movimiento libertario sin él. Y yo fui por los 10 últimos años de su vida su mano derecha, por lo que lo conocí, al menos en sus años, mejor que nadie. Entonces no sabía nada del movimiento libertario en Estados Unidos.

Cuando vine, yo era un teórico, he sido siempre un teórico, nunca había estado envuelto en actividades de partidos libertarios. Por supuesto, sabía de la existencia de un partido libertario y fui a tours y eventos que organizaban, pero simplemente no era mi inclinación natural. Yo era alguien que trabajaba en su estudio, leía y escribía.

Me pareció que era de alguna importancia aclarar que no crecí en Estados Unidos. No estuve involucrado en el movimiento libertario en su principio, fue extraño para mí cuando llegué. Estaba feliz de descubrir la existencia de algo como esto, pero nunca estuve realmente muy metido en ello. Luego, en el curso de mi vida, conocí a casi todas las personas que tenían algún nombre, principalmente a través de las conexiones que tenía por Rothbard, que conocía a todos.

MS: Pues, le pregunto, ¿cómo se desarrolló el libertarismo? ¿En qué se diferencia del liberalismo clásico? ¿Qué hizo a Rothbard el padre del libertarismo moderno?

HHH: Una razón fundamental para eso fue que el término «liberal» en Estados Unidos había tomado un significado completamente diferente del que tenía en Europa. En Europa, los liberales eran personas que estaban a favor de la economía de libre mercado y un Estado muy limitado. Algunos de ellos más radicales estaban a favor de lo que es llamado «a night-watchman state», donde el Estado no hace nada más que asegurarse de que la policía y las corten haga su trabajo, y hasta ahí llega su participación.

Sin embargo, en Estados Unidos, «liberal» significa socialdemócrata. Los del Partido Demócrata en Estados Unidos son referidos como liberales (liberals), pero no tienen nada que ver con el liberalismo clásico que existía en Europa. A causa de eso, me parece que hubo una necesidad de buscar un nuevo término. Y mientras se buscaba el nuevo término, ocurrió también una radicalización del liberalismo clásico. No con todas las personas que después se llamaron a sí mismos libertarios, sino con personas como Murray Rothbard en especial.

Rothbard fue inicialmente un misesiano, en cuanto a que Mises quería tener un Estado mínimo, un Estado que no hace nada a excepción de la fuerza policial, la defensa externa y la labor judicial. Luego, Rothbard se radicalizó, señalando que incluso un Estado mínimo requiere, por supuesto, impuestos para ser financiado, y creía que eso era una violación de los principios morales básicos. Concretamente, el principio de que no debes no agredir a otras personas y tomar la propiedad de quienes han adquirido honestamente su propiedad. Rothbard daba entonces el paso a lo que es llamado hoy anarcocapitalismo, que es una versión radicalizada del liberalismo clásico. Pensó que incluso las funciones de jueces, defensa y fuerza policial podían ser cumplidas de mejor manera por organizaciones en competencia que por algún monopolista soportado mediante el cobro de impuestos.

Las personas sí quieren ser protegidas en su propiedad privada. ¿Por qué no recurren a empresas privadas que brinden los servicios? Si alguien quiere proteger tu propiedad privada, todo lo que debes hacer es firmar un contrato con el oferente del servicio. No estás obligado a firmar con él. También puedes firmar con otro para defenderte. Pues esta era la visión de Rothbard: no hay nada que las empresas privadas no puedan hacer mejor que un proveedor monopolista como el Estado.

Ahora bien, el programa de Rothbard sigue siendo probablemente el programa más poderoso del libertarismo en Estados Unidos. Sin embargo, en Estados Unidos todavía existen muchos que siguen siendo en cierta manera liberales clásicos, que no se autodenominen «liberales clásicos», también han adoptado el término de «libertarios». Se niegan a aceptar la conclusión radical de Rothbard de que todo debe ser realizado por empresas privadas. Y creen que ciertas cosas sí tienen que estar a cargo del Estado. Actualmente, los liberales clásicos en Europa todavía tienen afinidad con los libertarios en Estados Unidos.

En Estados Unidos tienes, digamos, dos alas entre libertarios: aquellos que son anarquistas y aquellos que se aferran a la idea europea clásica y tradicional de Estado mínimo.

MS: Si Rothbard era considerado el padre fundador del libertarismo moderno, ¿por qué se alejaron de la tradición libertaria rothbardiana? Ya que hoy en día cuando hablas con libertarios en Occidente, lo que te encuentras es que hay cada vez más liberales clásicos llamándose a sí mismos libertarios. Y la tradición rothbardiana parece estar quedándose atrás. ¿Por qué sucedió eso?

HHH: Parte de la razón es, por supuesto, que las personas no leen mucho, son perezosas. Y la versión más aceptable es obviamente es la versión liberal clásica. La idea de que el Estado es necesario de alguna manera está tan arraigada en la cabeza de las personas que no pueden deshacerse de ese prejuicio. Y la otra razón es, en verdad, que cuanto más crecía este movimiento, menor era el número de personas que realmente leía muchas cosas. Se conformaban con adoptar tan solo algunos eslóganes, mientras que los principales teóricos del movimiento libertario, por lo que puedo decir, son todos anarcocapitalistas.

Los liberales clásicos tienen una tremenda dificultad para explicar cómo un Estado mínimo (un monopolista) decide cuántos recursos necesitamos para cumplir nuestros mínimos deberes de defensa; la protección de la propiedad privada. Aquello no tiene fin. ¿Necesitamos 100 dólares por persona para hacerlo? ¿O 150 o 200 o 300? ¿O 1000? No hay respuesta a esta pregunta. Mientras que si dices que no necesitas nada, entonces sí tienes obviamente una respuesta muy clara a esta pregunta.

Como una pequeña anécdota puedo contarles que al comienzo, probablemente alrededor del momento de la división entre varias organizaciones en Estados Unidos, el Instituto Mises era también reacio a declararse abiertamente a favor de la anarquía porque Mises había hecho algunos comentarios sobre sentirse incómodo con el término. Pero Mises, siendo europeo, estaba influenciado por el tipo europeo de anarquistas, quienes eran mayormente sindicalistas, no anarquistas de propiedad privada. Y entonces lo rechazaba. Por otro lado, en sus primeros trabajos, Mises abogó por el derecho de cualquier comunidad a la secesión de su entidad envolvente. Incluso expresó que si un pequeño pueblo quiere secesionarse del país entero, deberían ser libre de hacer eso; y que si un individuo quiere separarse de su pequeña aldea, aunque esto pueda no ser muy práctico, si es posible, también debería permitirse. Y al decir estas cosas, Mises se ubicaba extremadamente cerca de las ideas que Rothbard promovía. Y los dos —aunque Rothbard fuera mucho más joven que Mises— siempre estuvieron en buenos términos. Mises escribió elogiosas opiniones de las principales obras de Rothbard.

MS: Usted mencionó la división entre organizaciones libertarias. Y se refiere a la división entre el Instituto Cato y el Instituto Mises. ¿Qué pasó? ¿Por qué ocurrió esta división? Pues creo que pocos saben, en Rusia indudablemente muy pocas personas saben, que Rothbard fundó ambos institutos, el Cato y el Mises.

HHH: Y la razón por la cual el Instituto Mises fue creado es porque hubo cierto conflicto que obligó a Rothbard a abandonar el Instituto Cato. Al principio Rothabrd era amigo de los hermanos Koch. Están principalmente en el negocio del petróleo. Hasta este día pertenecen a la lista de las diez personas más ricas de Estados Unidos. Entonces, al comienzo, Charles Koch estaba encantado con las ideas de Rothbard. Hasta que tuvieron un encontronazo. Lo describiré de esta manera: Koch era, digamos, el financista y Murray Rothbard era la cabeza intelectual del equipo. Cuando se fundó el Instituto Cato, Rothbard se convirtió en un propietario de acciones en el Instituto Cato. Pero luego el Instituto Cato decidió mudarse de San Francisco a Washington D.C. Pues ellos querían tener influencia política y para ganarla, pensaron que sería beneficioso que en lugar de promocionar a Mises, la idea de Rothbard, promoverían a Friedrich Hayek, quien fue un pensador mucho más moderado.

Si lees, por ejemplo, Los fundamentos de la libertad, que es uno de los libros más famosos de Hayek, publicado en los 60, y echas un vistazo a la tercera parte donde trata las funciones apropiadas del Estado, hay una extensa lista de cosas que el Estado debería hacer con la que un demócrata sueco fácilmente estaría dispuesto a acordar.

Mises era, por supuesto, lo que la gente llama, intransigente. Un extremista. No hacía ninguna concesión. Decía que nada debe ser función del Estado aparte de lo que mencioné anteriormente. Entonces Mises fue dejado atrás porque era reconocido como políticamente inaceptable, y Hayek fue promocionado. Y eso condujo a Rothbard y a los Koch a una división. Rothbard se negó y dijo que si lo tenían como jefe, él quería promover la línea misesiana, no la hayekiana. Incluso dijo que era muy peligroso escoger a Hayek como promotor del libertarismo y las cuestiones del libre mercado. Porque todos los enemigos del liberalismo clásico y el libertarismo señalarían el libro de Hayek, Los fundamentos de la libertad, y dirían que hasta él permite al Estado hacer varias cosas. Y esto es precisamente lo que pasó. Después, cuando Rothbard insistió en que eso no debía hacerse, fue entonces expulsado del Cato. Le robaron sus acciones. Él fue suficientemente tonto, como lo admitió después, por haber tenido sus acciones guardadas en la sede de los Koch en Wichita, Kansas. Y los hermanos Koch le dijeron le retaron a demandarlos, pero, por supuesto, Rothbard era un académico pobre. ¿Cómo iría a demandar a multimillonarios que pueden responderte por 10, 20 o 30 años? Finalmente, se resignó.

Luego de haber sido separado del Instituto Cato, este se convirtió en una institución relativamente moderada que trataba de hacer un trabajo de lobby en Washington. Entonces, Lew Rockwell, quien había sido editor de libros y publicado algunos libros de Mises, se acercó a Rothbard y la viuda de Ludwig von Mises con la idea de fundar un Instituto Mises que continúe el trabajo que originalmente se suponía que el Instituto Cato debía hacer. Cuando eso sucedió, el Instituto Cato y sus financistas —y tienes que imaginar que tenían recursos casi ilimitados— empezaron una campaña contra el Instituto Mises. El Instituto Mises debía ser destruido. Escribieron a todos los posibles donantes para que no dieran un centavo al nuevo instituto, pues debía ser destruido. No tuvieron éxito. Aunque fue difícil.

Yo he estado asociado al Instituto Mises casi desde el principio. Fue fundado en 1982, me mudé a Estados Unidos en 1985. Trabajé con Rothbard en Nueva York durante un año, luego ambos nos mudamos a Las Vegas. Éramos colegas allí, nuestras oficinas eran vecinas. Al principio, el Instituto Mises tenía tal vez un puñado de empleados y a Rothbard como el líder intelectual. Yo como su asistente y Walter Block en segundo plano en algún lugar también. Eso era todo. Con el tiempo, por supuesto, el Instituto Mises se hizo bien grande. Se apoya en las donaciones de pequeños donantes, pero una gran cantidad de ellos. Lo que te hace más independiente, porque los grandes donantes tienden a insistir en lo que quieren que hagas y en los temas sobre los que no les gustaría que hables. Sin embargo, los pequeños donantes no tienen ningún poder sobre lo que hace el instituto. Recuerdo casos como cuando donantes medianos se acercaron a Lew Rockwell para que deshiciera de mí, decían que era demasiado radical y que no me querían. Le dijeron que dejarían donar si no me echaba. Rockwell se negó.

Si tienes a un multimillonario que dice este tipo de cosas y no está satisfecho con tu decisión, entonces es el fin, pierdes toda la financiación. Por tanto, el hecho de que el Instituto Mises haya tenido éxito se debe a que una gran cantidad de donantes comparativamente pequeños lo sostuvieron. Y ellos se han mantenido fieles al programa rothbardiano. Ninguna otra institución lo ha hecho. Y yo tuve un rol al persuadir a Lew a abandonar la idea de que estamos a favor del gobierno limitado y de negarse a decir que éramos anarcocapitalistas, preguntándole si existe alguna institución que dijera estar a favor de un gobierno ilimitado, a lo que él respondía que no. Incluso desde un punto de vista de marketing, había que decir que no estábamos a favor del gobierno ilimitado o limitado, pues todo el mundo estaba a favor del gobierno limitado. Nosotros estábamos a favor de ningún gobierno en absoluto.

MS: Entonces, fueron los hermanos Koch, y siguen siendo de los mayores patrocinadores de las organizaciones libertarias en Occidente. ¿Sería apropiado decir que el dinero corrompió el movimiento libertario?

HHH: Sí, claro que sería cierto. Los hermanos Koch no solamente financiaron el Instituto Cato, sino también el Mercatus Center; y gran parte del Departamento de Economía de la Universidad George Mason es financiado por ellos. Y su política hasta este día es asegurarse de que no haya ninguna mención de Rothbard: y si hay alguna, esta debe ser de manera negativa.

Yo tengo amigos, por ejemplo, que colaboraron con el Instituto Cato, y cuando escribían artículos donde me citaban, eran eliminados inmediatamente como asociados del Cato. Existen revistas (denominadas austriacas) donde algunos de mis más antiguos alumnos me dijeron que habían presentado artículos y el editor insistía que cualquier referencia a mi nombre debía ser eliminada para que el artículo se publicase.

Los Koch incluso contrataron personas con ningún otro propósito que el de viajar por el mundo a toda clase de reuniones libertarias con la tarea de difamar y difundir rumores malvados sobre mí y Rothbard. Todo en vano. Nunca me importó, nunca respondí a nada de estas cosas. Y Rothbard y yo nos volvimos cada vez más exitosos a pesar de todos los ataques que tuvimos que soportar hasta este mismo día.

MS: ¿Cuál cree que es el objetivo de ellos? ¿Por qué luchan por el gobierno limitado? ¿Es porque si hay un gobierno, mucho dinero puede persuadir su interés?

HHH: Es porque no puedes hacerlo realmente con el mercado, solamente puedes hacer lobby con el gobierno. Imagina que eres un representante del Instituto Mises y pregúntate cuántos de estos peces grandes de Washington te invitarían y tendrían una conversación contigo. La respuesta es que no están interesados ​​en hablar con nosotros. Y nosotros tampoco, porque sabemos que no tendrá éxito alguno. Pero si quieres ser invitado a los cócteles correctos y conocer personas prominentes, a Bush, Obama o alguno de los reporteros de Fox News, entonces debes estar dispuesto a hacer estas concesiones. Y eso es lo que el Instituto Cato y todos sus representantes hacen. Están extremadamente orgullosos de todas las personalidades que conocen. Mientras tanto, estos famosos no tienen tanto interés en reunirse con representantes del Instituto Mises.

Hay un caso, el de Ron Paul, por ejemplo, quien es un marginado en círculos del Instituto Cato por casi las mismas razones. Ya que él siempre predicó la idea de no solo un gobierno limitado, sino una visión rothbardiana del libertarismo. Y él fue bastante exitoso, es decir, fue elegido más de una par de veces miembro de la Cámara de Representantes. Y fue apoyado por su electorado local, pero era un extraño en Washington. Era muy conocido como «Doctor No», porque cada vez que una legislación era propuesta, él era el único que siempre se oponía y decía «no». Ron Paul fue, dentro del sistema político,  el más firme opositor de la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos). Esto lo convirtió en un marginado.

Además, Ron Paul fue una persona que hacía comentarios sobre los afroamericanos cometiendo más crímenes que los blancos y señalaba ciertos aspectos disfuncionales en algunos sectores de la sociedad americana, por lo que también fue atacado de racista. En Estados Unidos, ahora mismo, cualquiera que dice que no todos son iguales; que hay personas negras y blancas; personas con ojos oblicuos; que hay mujeres y hombres, que los hombres y mujeres simplemente no son iguales; y que los afroamericanos y blancos difieren en muchos aspectos. Cualquiera que abre sus ojos y dice estas cosas, que son obvias para cada persona que vive en Estados Unidos, es considerado un racista. He llegado a la conclusión de que a menos que hayas sido frecuentemente atacado de ser sexista, homofóbico, racista o algo como eso, entonces debes preguntarte si hay algo malo contigo. De acuerdo con esta nueva doctrina de corrección política, cualquier persona normal es un racista, un homofóbico, un misógino y lo que sea. Los únicos responsables de todas las cosas malas que han pasado en la historia de la humanidad son hombres blancos heterosexuales. Así que cualquiera que tenga sentido común en Estados Unidos está siendo atacado. Si dices este tipo de cosas que digo aquí, ya no estás seguro de que tendrás tu trabajo al día siguiente en Estados Unidos, aunque no serás encarcelado por esto. En países europeos, por decir algunas cosas incluso te encarcelan. No lo hacen en Estados Unidos, aún puedes decir lo que quieras. Pero si tendrás tu trabajo al día siguiente, esa es una pregunta completamente distinta.

MS: ¿Cómo la izquierda logró dominar el discurso público con tanta eficiencia y durante tanto tiempo para tener la clase de influencia que acaba de describir?

HHH: Creo que es la popularidad del igualitarismo. Para la mayoría es difícil admitir —aunque sea obvio— que las personas son muy diferentes. Que algunos son muy buenos haciendo ciertas cosas, mientras que otros no son tanto. Que hay hombres y mujeres exitosos, pero hay perdedores. Que hay grupos en el mundo que han logrado más y otros que han logrado menos. A nadie le gusta escuchar que no eres tan bueno como esta o aquella persona es. ¿Por qué son tan atacados los hombres blancos heterosexuales? Porque si miras en qué lugares en la historia del mundo fueron alcanzados los logros de civilización más grandes, lo fueron en las sociedades de hombres blancos heterosexuales, esas son las más exitosas. ¡Con gran diferencia! Compárelas con África, con el Medio Oriente. Entonces no pueden tolerar el hecho de que tengan que admitir que estas personas deben haber hecho algo bien y ellos no.

MS: ¿No está tocando la misma clase de emociones que la izquierda toca cuando dice que los hombres heterosexuales blancos están siendo oprimidos por la sociedad moderna? ¿No está dialogando con los perdedores de la situación política actual e insistiendo en este sentimiento de ser un perdedor para quizás ayudar a las personas a organizarse? Porque está tocando el mismo tipo de emoción.

HHH: Apelo a las emociones de las personas que, en mi opinión, son esenciales para mejorar las condiciones de vida de todos. Ellos son después de todo los promotores del progreso de la civilización. Deberían ser aplaudidos. Y ellos mismos deberían tener la confianza suficiente para decir que han hecho algo excepcional, que a pesar de haber hecho muchas cosas mal, dónde estarían los otros sin ellos; decir que son ellos a quienes deberían imitar: deberían admirar lo que hacen en lugar de atacarlos. Y si los admiran y reconocen el rol que tienen, todos los demás serán beneficiados de esto a la larga. En lugar de atacar a aquellos que son los garantes de la continua prosperidad para esas personas que piensan que se llevan la peor parte en la vida.

MS: Pero en ese caso está hablando desde una posición de superioridad moral.

HHH: No, simplemente estoy señalando un hecho. ¿A quién debes tu calidad de vida? ¿A quién le debes las grandes libertades que posees? No deberías menospreciar a aquellos que jugaron el papel más importante en asegurar y garantizar lo que tienes ahora, y que son los mejores garantes para tu progreso futuro.

Hazte estas preguntas: ¿Quiénes crearon las ideas liberales y libertarias? ¿Quiénes fueron los principales escritores que miramos con consideración que se dieron cuenta de cuán importante es la propiedad privada y su protección? Especialmente también para las personas más pobres.

Luego llegas al reconocimiento de que aquellos fueron muy pocas personas, en su mayoría hombres en países occidentales. Y difícilmente había alguien que fuese un prominente pensador liberal, un importante pensador libertario contribuyendo algo a este movimiento, a esta visión del mundo, que viniera de otras partes del mundo. No significa que no tuvieran nadie en absoluto, pero casi nadie. Por lo que debería haber una apreciación de aquellas tradiciones que hicieron grande a Occidente. Mises tenía razón cuando dijo que la idea de la libertad es una idea occidental, que nunca ha existido con la misma extensión en ninguna otra parte del mundo, excepto por las sociedades occidentales.

Las sociedades occidentales no son responsables de las dificultades de India y África, y así sucesivamente. Bien por el contrario, si estos países tienen alguna vez la oportunidad de salir de esa terrible situación en la que están, entonces la única manera de hacerlo es adoptando ideas occidentales. Pero si escuchas a lo que la izquierda tiene para decir, ellos de hecho cuestionan tus premisas. Cuestionan la validez del argumento de que la sociedad que tenemos es algo de valor. Ese es su punto principal. Pueden elegir vivir en otros países si lo desean. ¿Por qué no se mudan a India o África si están tan descontentos con el bienestar material? Por supuesto, es fácil menospreciar esto como «tan solo materialista». Pero si estás tan preocupado por ello, entonces hay muchos lugares en el mundo a donde puedes ir. Sin embargo, no lo hacen. No se van. ¿A dónde intenta mudarse la gente? No hay migración masiva de países africanos a la India. No hay movimiento de migración masiva al sudeste de Asia. El movimiento de migración masiva es a países más ricos. Y vale la pena reconocer que son más ricos por una razón. No obstante, los izquierdistas dicen que no tendrían que mudarse, que son las víctimas de la opresión, y que lo que se les presenta como civilización es realmente una historia de la opresión de lo que consideran valioso.

La mayoría de las sociedades hasta 1800 vivieron en la era malthusiana, es decir, el crecimiento de la población se adelantaba al crecimiento de la productividad. Lo que Malthus describió ya no es cierto, pero lo fue hasta el año 1800 más o menos. Si la población crece —y antes de que existieran las herramientas de control de natalidad y esas cosas, la población crecía dramáticamente a veces— solo puedes alimentar una población creciente si tienes crecimiento económico al mismo tiempo. Si tienes avances de productividad que hacen posible que los nuevos puedan ser alimentados. Hasta el siglo XVIII, grandes cantidades de personas morían a lo largo de todo el mundo porque la condición económica no permitía que todos sobrevivieran. Las sociedades occidentales se han escapado de esta trampa. Y no fue debido a que explotaran a otra sociedad, pues no había nada que explotar de estas otras sociedades, estas también eran pobres. Desde entonces tenemos una población creciente sumada al incremento en el nivel de vida a escala mundial. Nunca ha habido tanta gente libre de la pobreza extrema como en los últimos 200 años.

Luego tan solo puedes decir que las sociedades occidentales explotaron a sus propios trabajadores. Pero el problema en eso, claramente, es que los propios trabajadores podrían haberse convertido en capitalistas. Sin embargo, decidieron no convertirse en capitalistas porque requiere que tengan que esperar mucho más tiempo antes de comenzar alguna vez a recibir dinero. Decidieron ser empleados para recibir dinero de inmediato. Mientras que si hicieran capitalistas, primero tendrían que desarrollar todo el bien de capital y esperar hasta que el capital se transforme en bienes de consumo, y solamente entonces comenzar a obtener algún ingreso.

No obstante, incluso la afirmación de que estamos alimentando a más personas que nunca, de que podemos alimentar a la población en crecimiento, está bajo ataque. Si echas un vistazo a Greta Thunberg —lo que estuvo diciendo en la ONU hace tan solo unos días— ella está atacando esta misma idea, pues somos demasiados y la situación se está yendo de las manos. Eso es lo que dicen.

Entonces, a las personas que tienen esos miedos siempre les digo que pueden reducir el problema por uno si simplemente se mataran en el acto. Luego, el problema es inmediatamente de una cabeza menos. Y tienes al príncipe Harry y a Megan que dijeron que solo tienen un hijo y no quieren otro porque un segundo hijo sería un problema adicional para el clima del mundo. Y la pregunta es, ¿por qué tuvieron siquiera su primer hijo? ¿Por qué no se suicidaron en el acto? Entonces el problema sería un poco menor.

Los ecologistas, y toda esta gente, no están a favor del control poblacional en África. África es el continente donde tienes altísimos índices de crecimiento de la población. Rusia tiene una población decreciente. Alemania también. La única razón por la que la población alemana no disminuye es la masiva inmigración que se está dando, que después se engancha a la asistencia social. No hay prácticamente ningún país europeo donde la población nativa haya mantenido siquiera la misma dimensión. Las sociedades occidentales en general están muriendo.

Así que estamos haciendo lo que Greta Thunberg quiere que hagamos, excepto que ella no se suicida. Los países que representan el mayor peligro están en África. Dan a luz a cinco, diez hijos, pero con esto, no hay ningún un problema. Muy por lo contrario, nos hacen culpables de todas las cosas malas que suceden en estos lugares. Incluso cuando según su propia doctrina, África es el principal problema; que simplemente no pueden limitar su crecimiento poblacional.

MS: ¿Por qué la derecha perdió en el discurso público? ¿Cómo perdió la derecha el apoyo popular?

HHH: Esa es una  pregunta muy interesante. Tiene algo que ver con la transformación de la izquierda. La izquierda tradicional, la izquierda tradicional marxista, abogaba por la socialización de los medios de producción y así sucesivamente; a sabiendas de que eso resultó un gran desastre. Pero las personas se daban cuenta de que querían generar más prosperidad en Occidente. Y todos podían ver que esto, por supuesto, no era el caso marxista. Entonces tuvieron que cambiar su doctrina. Y adoptaron este marxismo cultural. Atacaron instituciones tradicionales como las familias, infiltraron todas las instituciones culturales, y trabajaron en estrecha colaboración con los intelectuales.

Debemos saber que los intelectuales son personas extremadamente peligrosas. Los intelectuales tienen dificultades para ganar dinero. ¿Quién está interesado en recibir consejos escuchando discursos, leyendo libros? La mayoría de las personas tiene intereses completamente diferentes. Miran la televisión, se emborrachan, salen en busca de chicas y cosas así. O están cansados cuando llegan a sus casas ​​después del trabajo. Hay una demanda muy limitada de servicios intelectuales, es decir, de escritores, filósofos, economistas y lo que sea. Por lo tanto, estas personas fueron tomadas por el Estado, las convirtieron en dependientes del Estado. Y se dieron cuenta de que necesitaban promover esta clase de ideas para mantener su posición. Formaron alianzas con el Estado.

MS: Entonces, ¿sería correcto decir que la fuerza del Estado fue usada por los grupos especiales de intereses para asegurar su propia posición privilegiada en la sociedad y corromper a la misma sociedad de donde vienen?

HHH: Sí, yo diría que sí. Hoy en día, al menos en las sociedades occidentales, las personas pasan casi 30 años de sus vidas en instituciones gubernamentales. Así que primero vas al jardín de infantes, que es una institución gubernamental, luego a la escuela, anteriormente solo por 4 o 5 años, luego por 9 y por 13. Mientras tanto, también promueven la idea de que todos deben ir a la universidad. A pesar de que la mayoría de las personas no están hechas para estudios universitarios. Porque la mayoría son incapaces de un trabajo serio en la universidad. Y les cuento, enseñé 25 años en universidades de Estados Unidos. La baja calidad de estudiantes allí es increíble. El inglés no es mi lengua materna, pero cuando me mudé a Estados Unidos y pedía a los alumnos que escribieran ensayos, me sentía como si fuese Shakespeare en comparación con lo que veía allí. Rápidamente dejé de pedirles ensayos, y recurrí solo a preguntas de verdadero y falso. Porque, en primer lugar, era más fácil evaluar para mí. Y simplemente no quería hacerme eso: leer las tonterías que estas personas escribían.

Entonces, tienes así tal vez 60 o 70% de los jóvenes en Estados Unidos yendo a las universidades actualmente. Sin embargo, la población en Estados Unidos no se ha vuelto más inteligente. Y personas estúpidas son ahora admitidas en las universidades. Y luego han inventado nuevos campos, como estudios de afroamericanos, estudios de mujeres, hispanos, gays, lesbianas… Y al final obtienes un título en «Estudios Artísticos de Lesbianas Afroamericanas» o algo como eso. ¡Y tienes un título!

Cuanto más tiempo pasan las personas en instituciones educativas, más votan por las ideas estúpidas de la izquierda. Las personas más razonables son artesanos, plomeros, electricistas. Personas que saben algo útil en la vida y saben clavar un clavo en la pared. Estoy seguro de que una persona con un doctorado en lo que sea (en «Estudios Artísticos de Lesbianas Afroamericanas») no puede siquiera freír un huevo en la sartén. Pero tienen un título en cualquier cosa. Esta es una situación cada vez más prevalente en el mundo occidental. Estados Unidos es como un líder en todo esto. Pero también puedes verlo en Alemania, Austria, Francia. Donde quieras que vayas, la tendencia es la misma.

Ya he recomendado que para evitar todos estos problemas deberían dar doctorados a cada recién nacido. Inmediatamente, apenas naces, ya tienes un doctorado. Y por supuesto, esta es la mejor receta para hacer que todos sean extremadamente inteligentes desde el comienzo mismo. Lamentablemente, debo decir que mis propuestas no son siempre bienvenidas.

MS: Usted mencionó que hay algunas ciencias estúpidas, y hay otras apropiadas. Que las personas con sentido común están haciendo algo útil. ¿Acaso tal arrogancia no condujo realmente a la derecha a la situación en la que se encuentra ahora? Porque, como usted sabe, no pusieron la atención suficiente en el trabajo con la opinión pública. No dieron suficiente importancia a la clase de propaganda que la izquierda obviamente entiende. Y precisamente por esa razón terminaron en la posición perdedora.

HHH: Porque ellos consiguen los financistas. Las personas normales pagan un montón de impuestos para luego financiar a las personas que estudian en campos estúpidos en las universidades con ninguna perspectiva laboral. La única institución que contrata a estas personas después de todo es otra vez el Estado. Quiero decir, ¿qué compañía normal necesita un experto en estos campos?

Pero incluso lo están introduciendo en la vida normal de las empresas, insistiendo en que todas las compañías deben tener un departamento de recursos humanos que se encargue de que en cada empresa haya la representación correcta de todos los grupos. Debe haber tantas mujeres, tantas minorías, tantas personas con ciertas discapacidades. Las únicas perspectivas laborales que estas personas tienen son las de trabajar directamente para el Estado o para empresas que están obligadas a seguir órdenes estatales de tener la correcta representación de distintos grupos en distintas compañías.

Por ejemplo, toma el caso de las mujeres. Ahora todas las grandes empresas deben tener en la mesa directiva algo como un 30% de mujeres. Y su objetivo final es tener 50% porque 50% de la población son mujeres, entonces debe haber 50% de eso. Lo que no hacen, por supuesto, es darse cuenta de que hay muchas profesiones donde la misma clase de exigencias no se hacen. Si miras a la gente que limpia las calles o conduce maquinaria pesada, son en su mayoría hombres. Son ellos quienes trabajan en estas profesiones. Pero en estas no insisten en que tiene que haber tantas mujeres echando cemento en las calles; que tiene que haber igual cantidad de mujeres recogiendo la basura; que debe haber tantas mujeres como hombres que sirvan en el ejército y así sucesivamente. Solamente seleccionan ciertas profesiones donde debería haber tantas mujeres como hombres, pero no en otras profesiones.

MS: ¿Es correcto suponer que el gobierno no puede ser realmente usado para ayudar a mejorar la sociedad? La única razón por la que tenemos esta clase de desviaciones es porque el gobierno lo fuerza en la gente. Entonces, cuando hablas con la derecha —y hay libertarios y luego derechistas tradicionales— y hablas con los tradicionales, su mensaje es que solo tienen que recuperar el poder, recuperar el gobierno, pues ahora las personas equivocadas están en el poder; y que si las personas adecuadas estuvieran en el poder, todo sería distinto. ¿Es este un buen argumento considerando todo lo que acaba de decir?

HHH: ¡No, por supuesto que no! Estoy tan en contra de eso también. Noto que mucha gente de la derecha piensa que todo sería simplemente maravilloso si ellos en lugar de la izquierda dirigieran el espectáculo. Dirigirían un espectáculo distinto, pero tendría más o menos los mismos excesos que la izquierda tiene. Tal vez sería ligeramente más agradable, pero no por mucho.

No obstante, el poder del gobierno debe ser reducido sistemáticamente. Toda la asistencia social debe ser abolida. Los Estados de bienestar son instituciones que destruyen la solidaridad que normalmente existe en las familias. Ya que tienes, por ejemplo, un gran número creciente de nacimientos ilegítimos, un número creciente de madres solteras. Y es el resultado del hecho de que siendo una madre soltera recibes ayuda. Normalmente, si no recibes ningún apoyo de la asistencia social, tendrás más cuidado con quién casarte, cuándo divorciarte, etcétera. Sin embargo, por ejemplo, si sabes que si te divorcias, puedes contar con el gobierno para obligar a tu esposo a pagar por años y años, la probabilidad de que elegirás la pareja incorrecta y te divorciarás fácilmente, aumenta.

Para mi corazón, mi vida personal, pensaría que soy una persona burguesa conservadora. Pero no me gusta la idea de que estos tipos de personas lleguen al poder y luego impongan su visión particular de la manera correcta de vivir a todos los demás. Creo que si el Estado de bienestar fuese eliminado, más personas llevarían una vida burguesa responsable de lo que llevan actualmente.

MS: Entonces, ¿el gobierno es la principal amenaza del estilo de vida tradicional?

HHH: Sí, por lejos.

MS: Genial.

HHH: Siempre puedes decir que si tuviéramos la sociedad libertaria más libre con todos estos problemas, es posible que pueda convertirse en un Estado otra vez. Y recuerdo que Rothbard respondía a esto que por lo menos tendríamos algo glorioso para recordar.

No negaría que los Estados se han originado e incluso si lográramos eliminarlos, es posible que se originen nuevamente. Pero eso no significa que no debamos tratar de lograr ese objetivo. Intentamos eliminar el asesinato, que las personas se maten entre sí. Es un deseo constante, digamos, de la humanidad. Puesto que no podemos deshacernos del asesinato, entonces diremos que ya que obviamente los asesinatos suceden y hay asesinos alrededor, nos rendimos. Pues no tiene sentido hacer esto, porque siempre aparecen nuevamente. Pero no, no es así, nunca renunciamos a ello.

Los Estados han existido por un buen tiempo. A veces son peores, otras son un poco mejores. Eso no significa que cualquiera tenga que decir ya que siempre han entre nosotros y pueden aparecer otra vez, entonces simplemente abandonamos el objetivo. Per no, no abandonamos ese objetivo.

MS: Así que el libertarismo es la lucha permanente por la libertad.

HHH: Sí, es la lucha permanente. Y siempre habrá enemigos del libertarismo. La envidia es una gran impulsora, el poder de gobernar sobre otras personas es un motivo poderoso. Debemos ser conscientes de eso. Y tenemos que combatirlo tanto como podamos. A veces somos más exitosos en eso y a veces somos menos. Pero no hay razón por la que uno debería abandonar jamás un objetivo que es un objetivo moral. Y un objetivo moral es, hasta donde sé, que no agredimos a otras personas. Y si las personas sí agreden a otras personas, entonces debemos decir que se ha cometido un error moral o un delito. Y deberíamos culpar a estas personas y pronunciarnos, y decir que eso no está bien.

En el derecho privado, es decir, las cuestiones que los ciudadanos privados tienen entre sí, las reglas están más o menos claras. Todos saben que si le golpeo en la cara, eso no está bien. Que si me golpea en la cara, eso no está bien. Todo el mundo sabe que si viene y me saca mi billetera, eso es robar; a menos que pueda demostrar que fui yo quien se la robó ayer. Todos entienden que si quemo su casa o usted la mía, eso es un crimen; que es un hecho punible. ¡Lo que ha sido olvidado es que las mismas reglas debemos aplicar también a los políticos! Y cuando lo hagamos con los políticos, entenderemos claramente que ellos están involucrados en actividades criminales a gran escala.

No quiero hablar de Rusia, pero, ¿qué es George W. Bush? George W. Bush es un asesino. ¿Qué es Obama? Obama es también un asesino. Son responsables de matar personas inocentes. Si usted hiciera lo que estas personas hicieron, estaría en prisión. ¿Por qué se debería aplicar criterios distintos a ellos? Los criterios normales del derecho privado deberían aplicarse universalmente. Y luego llegas a la conclusión de que incluso los mejores políticos, los más inofensivos, por decirlo de alguna manera, son al menos ladrones.

Es cierto que todas estas cuestiones económicas también son importantes; la libertad promueve la prosperidad y también ayuda a los pobres. Todo eso es bueno y está bien. Pero lo más importante es reconocer que estamos en favor de ciertas reglas morales y su aplicación a todos con independencia de la posición de la persona. Puede ser la persona de más alto rango o de la parte más baja en el mundo. Pero a pesar de ello, un asesino es un asesino, un ladrón es un ladrón, un tramposo es un tramposo y un fraude es un fraude.

MS: Desafortunadamente, el tiempo se nos acaba. Muchas gracias, Hans, por la conversación. Fue un placer hablar con usted.

HHH: Gracias.


Traducido del inglés por Oscar Eduardo Grau Rotela. El material original se encuentra aquí.